La grasa en nutrición avícola

El papel de la grasa en los piensos destinados a avicultura

El término grasa o aceite se utiliza como sinónimo de lípidos en nutrición tanto humana como animal. Hace referencia a los triglicéridos con distintos perfiles de ácidos grasos, que suponen el nutriente con mayor valor energético de la dieta (Baião and Lara 2005).

Además de representar uno de los mayores aportes de energía, la grasa mejora la absorción de vitaminas liposolubles y la palatabilidad de la dieta y reduce la velocidad de tránsito en el tracto digestivo, lo que aumenta el tiempo de absorción de los nutrientes (Baião and Lara 2005). También aporta ácidos grasos, considerados componentes esenciales, en distintas cantidades.

En nutrición avícola, la concentración de grasa en la dieta tiene impacto sobre el engrasamiento de la canal. Por ello, hay que tener en cuenta que, actualmente, los consumidores prefieren canales magras, factor a considerar cuando se formulen las dietas.

Tipos de grasa

La grasa utilizada para la fabricación de piensos puede proceder de cuatro orígenes distintos: grasa de la misma especie reciclada de matadero, restos de grasa procedentes de distintas especies (mezcla), aceites vegetales y oleínas.

Grasa de la misma especie, reciclada en matadero

Es posible que esta proceda también de la misma granja. Se deberá tener en cuenta que cada vez que se realiza un proceso de reciclaje se añaden antioxidantes, como BHT o BHA, en la grasa para evitar su oxidación. Estos productos no se metabolizan, sino que se acumulan en la grasa ciclo tras ciclo, lo que acaba afectando al hígado. Por ello, es esencial evaluar la concentración de antioxidantes y, así, evitar que lleguen a niveles tóxicos.

Mezcla de grasas recicladas procedentes de distintas especies

Se deberá considerar el perfil de ácidos grasos de cada mezcla, ya que probablemente no se ajustará a los requerimientos de la especie. El valor energético de estos productos varía enormemente, ya que depende de la longitud de cadena de los ácidos grasos y de su nivel de insaturación (Blas et al. 2019). Además, se deberá asegurar que se suplen las necesidades mínimas de ácido linoleico.

Aceites vegetales

Las grasas de origen vegetal comprenden distintos tipos de aceites con un nivel de insaturación mayor (girasol, maíz o soja) o menor (oliva, palma, coco) (Blas et al. 2019). El aceite de palma es de los más utilizados en avicultura, pero tiene tendencia a acidificarse y a oxidarse. Los aceites vegetales son de uso muy común en la Unión Europea (donde el uso de ingredientes de origen animal está prohibido) y países productores de estos aceites. El perfil de ácidos grasos varía ampliamente según su origen, así, el aceite de girasol contiene niveles elevados de ácido linoleico (63 en % de grasa verdadera), mientras que en el aceite de soja son bajo (20,5 en % de grasa verdadera).

Oleínas

Las oleínas son un subproducto de la industria del aceite. Se obtienen cuando se refina el aceite para separar los triglicéridos de los ácidos grasos libres, responsables de la acidez. Estos productos tienen menor digestibilidad en monogástricos y, por tanto, un menor valor energético que los aceites y grasas. Otra desventaja de las oleínas es que, durante el proceso de refinado, se utilizan sustancias tóxicas como el hidróxido de sodio y el ácido sulfúrico, componentes que pueden resultar dañinos en el caso de que queden trazas en las oleínas

Cómo formular con los niveles de grasa adecuados

La grasa que contienen las dietas se utiliza para distintas funciones a medida que incrementa su concentración. Estas funciones se deberán de tener en cuenta con el fin de evitar el engrasamiento excesivo de la canal u otros problemas derivados del exceso de grasa.

  • Los niveles de grasa del 0 al 5% en el pienso sirven para producir energía y no se acumulan en forma de grasa
  • Los niveles entre el 5 y el 10% se depositan interorgánicamente, es decir, se acumula alrededor de los órganos y permite incrementar el peso del ave.
  • Los niveles superiores al 10% se depositan intraorgánicamente, es decir, dentro de las células del ave y pueden causar problemas hepáticos (hígado graso) y arteriales (infartos y problemas circulatorios), entre otros.

Estos niveles pueden variar ligeramente según la estirpe utilizada, ya que las hay con mayor tendencia a engrasar que otras. Por ello, es altamente recomendable seguir las recomendaciones de las empresas proveedoras, además de respetar los límites de inclusión de cada ingrediente.

En conclusión, aumentar la concentración de grasa en las dietas no siempre se refleja con unos mejores resultados relacionados con la obtención de pesos superiores, ya que, superado los niveles máximos, la grasa tiene un impacto negativo sobre el rendimiento productivo y puede llegar a causar mortalidad en las granjas.

Otros factores a tener en cuenta: necesidades estacionales

Al formular la dieta, además de considerar los requerimientos generales de las aves, se debe tener en cuenta la variación de las necesidades según las condiciones ambientales y el momento del ciclo productivo. Así, las necesidades de energía variarán ampliamente según la estación: en verano, cuando las temperaturas son más cálidas, las aves requieren menos energía (Blas et al. 2019), ya que no la utilizarán para producir calor. Por ello, se recomienda ajustar los niveles de energía de la dieta una vez al trimestre, como mínimo.

Si no se ajustan, pueden aparecer problemas estacionales relacionados con el exceso de energía, como el hígado graso. En el caso de las ponedoras, las aves nacidas en meses fríos (enero en el hemisferio norte), entrarán en puesta en meses cálidos (julio y agosto en el mismo hemisferio). En este caso, al ambiente caluroso, que reduce las necesidades energéticas, se le suma la producción de estrógenos que estimula la función del hígado. Estos dos factores, si no se tienen en cuenta en la formulación de la dieta, pueden dar lugar a una problemática grave de hígado graso. 

¿Cómo podemos apoyarte?

Desde Delta Labs ofrecemos el servicio de análisis y formulación de dietas para animales, que permite optimizar la composición del alimento para que se ajuste a los requerimientos de la especie destino. Podemos recomendarte antioxidantes naturales para evitar los problemas derivados de la acumulación de BHT y BHA en la grasa.

También ofrecemos el servicio de diagnóstico por imagen, que incluye la evaluación de los problemas por parte de un equipo técnico veterinario cualificado y la redacción de un informe con el diagnóstico presuntivo y las recomendaciones para solucionarlo.

Para utilizar estos servicios, puede contactar con nosotros a través de nuestra página web www.globalvetslab.com o por correo electrónico a la dirección info@globalvetslab.com.

Fuentes consultadas

Baião, NC, and LJC Lara. 2005. “Oil and Fat in Broiler Nutrition.” Brazilian Journal of Poultry Science 7(3): 129–41. https://www.scielo.br/j/rbca/a/YBL7TjGmb46VJC5L6PR3qxy/?lang=en&format=pdf.

Blas, C. de, P. Carcía-Rebollar, M. Gorrachategui, and G.G. Mateos. 2019. Tablas FEDNA de composición y valor nutritivo de alimentos para la fabricación de piensos compuestos FEDNA (Fundación Española Para El Desarrollo de La Nutrición Animal). 4th ed. Madrid. http://www.fundacionfedna.org/ingredientes-para-piensos.